El poro equipado con un conjunto de aletas controlables, permitió llevar a cabo una inserción dirigida en membranas que muestran moléculas de señalización particulares y es el resultado de un estudio realizado por científicos de Dinamarca y publicado en la revista Nature Communications.
En el futuro, este mecanismo podría permitir la inserción del sensor específicamente en las células enfermas y facilitaría el diagnóstico a nivel de una sola célula.
Esta estructura de nanoporos es capaz de transportar macromoléculas grandes del tamaño de proteínas entre compartimientos separados por una bicapa lipídica o membrana delgada, que forma una barrera continua alrededor de las células y su conformación.
Con el uso de potentes microscopios ópticos, los investigadores daneses pudieron dar seguimiento al flujo de moléculas a través de nanoporos individuales.
Al introducir un tapón controlable en el poro, también fue posible vigilar de manera selectiva el flujo de estas moléculas del tamaño de proteínas y demostrar la biodetección sin etiquetado de una molécula desencadenante en tiempo real.
Como se recordará, en 2015, Oxford Nanopore Technologies introdujo el primer dispositivo comercial de secuenciación de ADN de nanoporos, técnica que fue un parteaguas clave para la secuenciación del ADN, logro, que fue posible tras décadas de investigación.
Desde entonces los investigadores han tratado de extender este principio y construir poros más grandes para acomodar las proteínas con fines de detección.
Fue así como surgió una nueva técnica basada en el plegamiento artificial de ADN en estructuras complejas, denominada “técnica de origami 3D”, reportada por primera vez en 2009 por científicos de la Universidad de Aarhus en Dinamarca.
En comparación con las proteínas, se demostró que el origami de ADN tiene un espacio de diseño sin precedentes para construir nanoestructuras que imitan y extienden complejos que existen en la naturaleza.