Un total de 100 cuerpos humanos, la mayoría de mujeres, han sido cedidos al Programa de Donación de Cuerpos de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en sus tres años de existencia.
En entrevista con Notimex, el responsable del Programa, Diego Pineda Martínez, señaló que son las mujeres quienes más acceden a que se done su cuerpo sin vida, así como personas con más de 50 años de edad e integrantes de la comunidad universitaria.
Aunque, la posibilidad de servir a la ciencia al morir también comienza a interesar a niños y jóvenes, agregó.
“Yo soy universitario y me quiero quedar en la Universidad”, es una de las frases más recurrentes de los donantes durante la entrevista en la que manifiestan su deseo de que, tras la muerte, el destino de su cuerpo sea la institución que los formó y no el cementerio, comentó.
Explicó que los cuerpos se emplean en actividades de docencia e investigación, es decir, sirven para la preparación práctica de los estudiantes de Medicina, pero también para estudiar las variantes anatómicas de la población mexicana y contribuir a la mejora de su salud.
Para el caso de la docencia, detalló que los alumnos de pregrado de la Facultad de Medicina se benefician al conocer los planos anatómicos en un cuerpo real, mientras que los de posgrado tienen la posibilidad de mejorar sus destrezas y habilidades clínicas y quirúrgicas.
El también jefe del Departamento de Innovación en Material Biológico Humano aclaró que aunque de primera instancia pareciera que donar el cuerpo a la ciencia sólo beneficia al gremio médico, no es así.
“Los cuerpos donados nos permiten practicar, lo que nos hace ser mejores y disminuir los errores; por lo tanto, la población mexicana se ve beneficiada porque tenemos médicos mejores preparados, que tienen menos errores gracias a la gente que donó su cuerpo”, aseguró.
Reconoció que este programa también ha contribuido a contener la fuga de cerebros, pues antes de su existencia los médicos que realizaban trasplantes tenían que adiestrase inminentemente en el extranjero, lo que ahora puede hacerse en el país gracias a un convenio con el Centro Nacional de Trasplantes.
En el mismo sentido, el médico cirujano señaló que no todos los cuerpos donados se quedan en el anfiteatro de la UNAM, pueden ir a otras dependencias de esta casa de estudios o incluso a otras Universidades del país, donde también se emplean en actividades de docencia e investigación.
Respecto a la donación, comentó que las personas mayores de 18 años, a excepción de las que tengan enfermedades que le impidan decidir por sí mismas o de tipo infecto contagioso (VIH, tuberculosis o hepatitis C), son candidatas a donar su cuerpo, incluso menores de edad, con la autorización de sus padres o tutores.
Puntualizó que la decisión debe ser expresada en vida de manera consciente, libre y altruista, y con la posibilidad de especificar si la donación es permanente o temporal; en el segundo caso, el tiempo mínimo es de dos años, tras el cual el cuerpo, en cenizas, es devuelto a la familia.
Si la decisión es donar el cuerpo permanentemente, una vez satisfecho el objetivo de docencia o investigación, éste será parte de la colección ósea mexicana a cargo de la Facultad de Medicina de la UNAM, que sirve para la identificación humana.
Gracias a las personas que en vida decidieron afiliarse al Programa de Donación de Cuerpos, la máxima casa de estudios del país ha elaborado y publicado manuales de rinoplastia y de manejo de cadáver.
Así como diversos artículos académicos sobre variantes anatómicas del tronco celiaco en población mexicana y de identificación a través de la sínfisis y de la cuarta costilla, refirió el responsable del Programa.
Añadió que está en proceso de publicación un artículo sobre variantes del músculo tiroideo en el cuello, así como un libro de anatomía dirigido a los alumnos de pregrado de la carrera de Medicina.
El 10 de octubre de 2016, la UNAM hizo realidad el Programa de Donación de Cuerpos, el único en su tipo en México y uno de los cuatro que existen en Latinoamérica, además de ser ejemplo e inspiración de otras Universidades del país que buscan replicar el modelo.
Pineda Martínez indicó que la primera que lo hará es la Universidad Autónoma de Nuevo León, que ya tiene todo listo, aunque también podrían sumarse las universidades autónomas de Chihuahua, Puebla y Veracruz.
Fuente: Notimex
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