Psicologa Laura Rodríguez Víquez

 

«Las pequeñas emociones son los grandes

capitanes de nuestras vidas y las obedecemos

sin darnos cuenta».

Vincent Van Gogh

 

Ante el confinamiento fortalece tu inteligencia emocional

 

 

Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganización caracterizado principalmente por una incapacidad del individuo para manejar situaciones particulares utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas y por el potencial para obtener un resultado radicalmente positivo o negativo (Alvarez Martinez & ETAL., 2020).

 

La línea de la vida es una vía de comunicación especializada en la prevención y atención en el consumo de sustancias adictivas, es un servicio gratuito y confidencial, por este medio el gobierno atiende a las personas que requieren de atención profesional. A partir de que inició la estrategia de distanciamiento social como medida de control de propagación de la COVID-19 el gobierno de la ciudad de México ha reportado que las llamadas recibidas en la Línea de la Vida incrementaron casi 10 veces más que las atendidas antes de la pandemia. Este tipo de llamadas fueron por ansiedad, miedo y crisis emocionales. Atendiendo a esta problemática el gobierno de la ciudad de México habilitó el servicio de atención vía mensaje de texto recibiendo 102 mil mensajes de texto en sus primeros cinco días (CDMX, 2020).

 

Por otro lado, el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México dio a conocer que durante la emergencia sanitaria han recibido 2,250 llamadas de personas que requieren apoyo psicológico y contención emocional, de las cuales el 75% fueron realizadas por mujeres. El presidente de este Consejo Salvador Guerrero Chiprés detalló que el 40% del total de llamadas presentan ansiedad relacionada con la COVID-19 y el 60% por algún desajuste en su vida a consecuencia de la pandemia.

 

Existen dos tipos de crisis y se clasifican con base en su origen:

 

• Crisis circunstanciales: son aquellas que deben su origen a las circunstancias accidentales o inesperadas, se centra en los factores ambientales. Aparecen de manera repentina e imprevista, causan gran impacto sobre comunidades enteras.

 

• Crisis del desarrollo: están relacionadas con el desplazamiento de una etapa a otra.

 

Es natural y esperado que ante la situación de confinamiento muchas personas presenten conductas relacionadas con el miedo, la confusión, el enojo, la tristeza, el estado de hiperalerta y la preocupación, es normal que ante la pandemia de la COVID19 muchos de nosotros atravesemos periodos o momentos de crisis.

 

Una crisis sanitaria es aquella que se define como “un incidente significativo, con víctimas identificables, un amplio seguimiento de los medios y numerosas dudas del público, cuyo resultado determina la desestabilización de todo un sistema,  las crisis sanitarias son un problema de salud un evento que propone que pone en riesgo la salud con una incidencia mayor a la existente para el lugar y la época cuando un sistema” (Alvarez Martinez & ETAL., 2020).

 

¿Qué papel juegan las emociones?

 

La palabra emoción proviene de la raíz “motere” el verbo latino “mover” además del prefijo “a” que implica alejarse, lo que sugiere que en toda emoción hay implícita una tendencia a actuar. Daniel Goleman (Goleman, 2008) en su libro la inteligencia emocional se refiere a las emociones como los impulsos para actuar, como la energía que nos permite actuar y son fundamentales para adaptarnos a diversas situaciones de la vida.

 

Algunos investigadores se han dado a la tarea de realizar un atlas de las principales familias básicas de las emociones, por ejemplo, Paul Ekman, considera como las principales familias emocionales: el temor, la ira, la tristeza y el placer; por otro lado, Daniel Goleman propone a la ira, la tristeza, el temor, el placer, el amor, la vergüenza, como las principales emociones. Cada una de estas familias contiene diferentes matices en nuestra vida emocional y tienen un núcleo emocional básico.

 

El Dr. Rafael Bisquerra Alzina catedrático en la Universidad de Barcelona agrupa únicamente a 6 principales familias: el miedo, la irá, la tristeza, la alegría, la sorpresa y el asco de la cual se derivan diferentes matices.

 

 

Las emociones son procesos que se activan cuando el organismo detecta algún peligro, amenaza o desequilibrio con la finalidad de accionar los recursos a su alcance para controlar la situación. En este sentido la adaptación juega un papel importante ya que es un mecanismo que nos ayuda a reaccionar con rapidez ante acontecimientos inesperados y funciona de manera automática.

 

Existen 6 emociones básicas, cada una prepara al organismo para una respuesta determinada se activan cada vez que el organismo detecta algún peligro o amenaza a su equilibrio. A continuación te comparto algunas funciones de las principales emociones:

 

• La sorpresa: sobresalto, asombro, desconcierto, resultado de un evento inesperado o imprevisto. Es una emoción transitoria y nos permite una aproximación cognitiva para saber que está ocurriendo, nos permite orientarnos a saber qué hacer ante una nueva situación.

 

• El miedo: este sentimiento anticipa a una amenaza o peligro real o imaginario, produce ansiedad, incertidumbre e inseguridad. El miedo es de suma importancia porque nos sirve para adaptarnos de un peligro y actuar con precaución. De manera fisiológica, ante una situación que provoque miedo el organismo responde con un aumento de latido cardíaco lo cual provoca que llegue más sangre a los músculos favoreciendo la respuesta de huida. Nuestro rostro empalidece debido a que la sangre deja de circular.

 

• El asco: la aversión o disgusto hacia aquello que tenemos adelante, nos provoca rechazo y por tanto la reacción es de alejarnos.

 

• La ira: aparece cuando las cosas no salen como planeamos, sentimos una amenaza por algo o alguien. Se vuelve adaptativa cuando impulsa a hacer algo para resolver un problema o cambiar una situación difícil, puede ser desadaptativa cuando se expresa de manera inadecuada. De manera fisiológica con la ira la sangre fluye hacia las manos, surge un incremento en el ritmo cardiaco y en la adrenalina la cual genera un conjunto de energía lo suficientemente fuerte.

 

• La alegría: es aquella que nos brinda la sensación de bienestar, felicidad y de seguridad, se manifiesta cuando logramos algún objetivo o meta, incluso cuando cumplimos nuestros anhelos o ilusiones. Nos induce hacia la reproducción porque deseamos volver a revivir los sucesos que nos hacen sentir bien. De manera fisiológica podemos decir que existe un aumento de la actividad del sistema nervioso que inhibe los sentimientos negativos. Esta emoción genera gran disposición y entusiasmo para cualquier tarea que se presente y para esforzarse por conseguir una gran variedad de objetivos.

 

• La tristeza: provoca pena, soledad, así como pesimismo, ante la pérdida de algo importante o cuando nos han Su función principal es la de pedir ayuda y motiva a adaptarse ante una pérdida significativa como la muerte de una persona cercana o una decepción grande. De manera fisiológica se observa que, la tristeza produce una caída de la energía y el entusiasmo por las actividades de la vida. Y medida que se profundiza y se acerca a la depresión hace más lento el metabolismo del organismo.

 

El inadecuado manejo de las emociones  puede llegar a provocar alteraciones en el sistema inmunológico, trastornos del sueño, dolores o incluso enfermedades relacionadas con las funciones del organismo.

 

En el ámbito social, el inadecuado manejo de las emociones también repercute, las emociones son contagiosas, Goleman menciona que transmitimos y captamos estados de ánimo unos de otros, en ocasiones las interacciones llegan a nutrirnos, sin embargo también obtenemos encuentros tóxicos, nos contagiamos mutuamente los sentimientos, como si se tratara de una especie de virus social. Enviamos señales emocionales en cada encuentro y esas señales afectan a aquellas personas con las que estamos… cuanto más hábiles somos socialmente mejor controlamos las señales que emitimos (Goleman, 2008).

 

Inteligencia emocional y ¿Cómo aplicarla?

 

La inteligencia emocional es un conjunto de capacidades, habilidades  y competencias que nos ayudan a hacer frente a los retos que tiene planteada la sociedad; son competencias que ayudan a afrontar la ansiedad, el estrés, la depresión y  los conflictos para la vida, con mayores probabilidades de éxito (Bisquerra, 2017).

 

Expresar nuestras emociones es vital para nuestro organismo, mente así como para nuestras relaciones familiares, sociales, filiales y laborales. Trabajar con nuestra salud emocional nos ayuda a mejorar nuestra calidad de vida, te invito a realizar el siguiente ejercicio: identifica tu emoción, acéptala, regúlala y modifica las respuestas o reacciones, ¡adopta algún ejercicio de respiración, estos te permitirán regular el ritmo cardiaco!

A continuación te presento un semáforo que contiene 6 pasos para la gestión de las emociones:

 

La dinámica del semáforo te brinda pasos para identificar tus emociones y obtener recursos para actuar de manera más mesurada y de forma efectiva, este ejercicio lo puedes realizar o aplicar con los niños en casa (Goleman, 2008).

 

Te sugiero adoptar y reforzar las siguientes recomendaciones:

 

• En esta situación es primordial mantenernos en contacto con nuestra familia, amigos, compañeros, siempre adoptando una actitud asertiva, comunicándonos adecuadamente con nuestra familia, nuestro equipo de trabajo o nuestras redes de apoyo.

 

• Adoptar una técnica de relajación, puede ser la técnica de respiración diafragmática, o de relajación guiada, las cuales son recomendables para hacer 3 veces al día para liberar la tensión.

 

 

• Escribe tus sentimientos, emociones, ocupa una libreta exclusivamente para ello, escribe las emociones que te provoca determinada situación o algún evento traumático actual o pasado.

 

• Realiza técnicas como Yoga, Meditación o alguna técnica Mindfulness, haz ejercicio y cuida tu alimentación.

 

• Hacer un tiempo fuera, alejarnos de las situaciones estresantes como noticias, personas que no te sumen que te limiten o que te incomoden.

 

Este tipo de ejercicios no sustituyen un proceso terapéutico, por lo que te recomiendo que, en caso de sufrir una crisis emocional, no dudes en acercarte a un profesional de la salud, en el país existen servicios gratuitos que de manera profesional te ayudarán y sabrán atender.

 

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Referencias

Alvarez Martinez, J., & ETAL. (2020). Manual operativo del curso emergente para la brigada de atención psicoemocional y psicosocial a distancia durante la pandemia de la COVID-19 en México. Ciudad de México: INPRFM.

Bisquerra, R. (03 de Julio de 2017). Sobre la Inteligencia Emocional, Institut de Formació Contínua IL3 – Universitat de Barcelona. Barcelona, España.

CDMX. (2020). RESUMEN INFORMATIVO, Coordinación General de Comunicación Ciudadana del Gobierno de la Ciudad. Ciudad de México.

Goleman, D. (2008). Inteligencia emocional. Ciudad de México: Vergara.

 

https://www.contrareplica.mx/nota–Suben–55–llamadas–de–suicidio–por–cuarentena20202415

 

https://889noticias.mx/noticias/seguridad–y–justicia/75–de–las–llamadas–que–recibe–el–consejociudadano–de–la–cdmx–para–apoyo–psicologico–durante–la–contingencia–son–de–mujeres/