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El duelo en el contexto de la COVID-19 y la importancia de la empatía hacia nuestros seres queridos

Psicologa Laura Rodríguez Víquez

 

La muerte acaba con la persona, pero

nunca con la relación que hemos tenido

con la persona. 

Bernardo Stamateas

 

 

Ante el contexto de la COVID-19, las perdidas de trabajo, de vivienda, de estabilidad económica o por muerte de un ser querido, han generado un impacto psicosocial en las familias mexicanas. A partir del primer caso registrado en México el 28 de febrero, se estima que 44,876 personas han fallecido a causa de la enfermedad COVID-19, esto hasta el 28 de julio.

 

A diferencia de otros tiempos el Duelo en el contexto del aislamiento se ha tenido que vivir de manera diferente, esto hace que las personas tengan dificultad para elaborar un duelo ante la pérdida de un ser querido por COVID-19.

 

A diario escuchamos historias de personas que llevan a su familiar a un hospital y no logran despedirse de su ser querido antes de su hospitalización, donde familias enteras se contagian del virus y las muertes no son solamente de un miembro de la familia, si no de varios integrantes y de personas que no llegan a ver a su ser querido después de su deceso.

 

Por éste motivo, debemos ocuparnos de las consecuencias derivadas del deceso de 44,876 personas por la Covid-19 en México, es necesario e importante que los sobrevivientes aprendan a afrontar esta situación.

 

¿Qué es el Duelo?

 

El Duelo viene de  del verbo latín dolus, qué significa dolor y hace referencia a la respuesta emotiva ante la pérdida de alguien o algo. Cada desapego de un ser querido, objeto o  posesión provoca una serie de reacciones y sentimientos,  que nos hace pasar por un período que llamamos Duelo.

 

Sigmund Freud padre del psicoanálisis, fue el primer autor en  elaborar una teoría clara sobre el proceso de duelo en su obra “Duelo y Melancolía” de 1917, en la que describe los detalles del Duelo así como el trabajo que debe realizar el sujeto para adaptarse a la pérdida de lo amado. En esta obra Freud nos indica que el sujeto puede experimentar un profundo y doloroso abatimiento, una retirada del interés por el mundo externo, la pérdida de la capacidad de amar y  una inhibición de toda actividad.

Etapas de duelo

 

Existen diferentes modelos  que mencionan las etapas  del duelo y para Freud son 3 fases: la evitación, la confrontación y el restablecimiento.

 

 

Posteriormente en 1969 la Dra. Elisabeth Kübler Ross,  en su libro “Sobre la muerte y el morir”, describe las 5 fases del duelo. En este modelo explica cómo se sienten las personas en cada fase y cómo llegan a actuar.

 

Ante el dolor que produce la pérdida de un ser que amamos ya sea un hijo, un hermano, un padre, una madre, un familiar, un amigo, una pareja, los sentimientos que llegamos a generar son tan intensos que pareciera que nunca encontraremos consuelo y jamás volveremos a ser felices.

 

Las reacciones habituales del duelo (De la Hoz, 2020) se pueden manifestar de diferentes maneras, existen reacciones físicas,  emocionales, cognitivas, sociales, conductuales y espirituales. Las reacciones habituales físicas son: dolores de cabeza, insomnio, pérdida de apetito, opresión gástrica o toráxica, a nivel emocional podemos manifestar tristeza, ansiedad, miedo, rabia, sentimientos de culpa o lo que conocemos como “la culpa del sobreviviente” manifestada en expresiones como “¿porque has muerto tu y yo no? y del mismo modo los dolientes pueden generar sentimientos de incertidumbre.

 

La falta de concentración y la falta de interés en los proyectos o las rutinas son consecuencia de reacciones cognitivas esperadas de las personas en duelo, del mismo modo en la esfera social se esperan conductas de aislamiento, así como resentimientos, trastornos del sueño o del apetito. A nivel espiritual las personas que están sufriendo la pérdida de su ser querido llegan a tener ideas de trascendencia o incluso deseos de estar con la persona; este conjunto de reacciones son esperadas y en duelos complicados pudieran llegar a agudizarse.

 

 

Tareas del duelo

 

La Dra. Giselle De la Hoz, en una conferencia realizada por la OPS sugiere que ante la pérdida, los dolientes deben trabajar en sí mismos para reelavorar la perdida y esto se logrará a partir de 4 tareas de suma importancia y son: aceptar la realidad de la perdida, elaborar el dolor de la perdida,  adaptarse a la perdida y por ultimo encontrar una conexión perdurable con el fallecido (De la Hoz, 2020) y a continuación les detallo en que consiste cada una.

 

Aceptar la realidad de la perdida, para fomentar esta tarea, se sugiere iniciar rituales de despedida, como escribirle a nuestro ser querido una carta, dibujarle un retrato, realizar un collage de fotografías, de igual manera ante el dolor y la perdida es recomendable hacer un homenaje o hacer algo que honre la memoria de quién ha partido.

 

Elaborar el dolor de la perdida, en ocasiones a los dolientes les cuesta trabajo expresar sus sentimientos de manera adecuada, reconocer la vulnerabilidad que le ha generado la pérdida de un ser querido, es necesario que las personas se permitan sentir dolor, culpa, tristeza, miedo, angustia y que se permitan expresarlos en su hogar o mediante grupos virtuales de apoyo, en alguna terapia tanatológica.

 

Adaptarse a la perdida, ante la muerte de un ser querido, las personas llegan a bloquearse  y aferrarse a sentimientos como la ira, la culpa manifestados con “no lo hubiera llevado al hospital”, “nos hubiéramos quedado en casa”, en este sentido se sugiere acudir con un profesional que nos ayude a adaptarnos a la pérdida facilitando la capacidad para vivir sin nuestro ser querido.

 

Encontrar una conexión perdurable con el fallecido, en este momento el doliente encuentra un significado a la vida del ser querido, consiste en explorar todas las enseñanzas,  las vivencias,  lo aprendido, los valores y todo aquello que dejó nos deja nuestro ser querido. En esta fase los dolientes realizan homenajes o proyectos para honrar su memoria y es aquí donde el dolor se transforma en amor y ese amor es el que los impulsa a reincorporarse a la vida.

 

La empatía y qué no decir

 

La empatía es la capacidad de comprender al otro y al mismo tiempo transmitir esa comprensión.  Adoptar una actitud empática con una persona que ha sufrido una perdida hace referencia a la disposición de ponerse en la situación existencial de la otra persona y comprender su estado emocional, además de ser consciente de los sentimientos del doliente.

 

El apoyo social que recibe el doliente es necesario e influye de manera favorable ante un proceso de duelo, en ocasiones buscamos consolar a nuestros amigos o familiares que han perdido a un ser querido, sin embargo no siempre contamos con los recursos que nos permitan hacerle saber al doliente que entendemos su dolor y sentimos su perdida.

 

 

Es importante hacer conciencia de que el doliente está atravesando por un profundo dolor, a causa de la pérdida de un ser querido y este dolor no va a desaparecer de un día para el otro, es un camino que debe recorrer hacia la restauración y la sanidad de sus emociones. De manera que no hay frases buenas o palabras correctas para consolar a alguien, las palabras que surgen de manera sincera y empática pueden llegar a confortarlo. La empatía no solo consiste en decir palabras de afirmación, dar un abrazo y en algunas ocasiones el escuchar a las personas y entender sus sentimientos puede llegar a ser la acción más natural y reconfortante que una persona pudiera esperar.

 

Recomendaciones

 

El Instituto Nacional de Psiquiatría Dr. Ramón de la Fuente Muñiz (Osiris Pazarán Rosa María, 2020), nos da las siguientes recomendaciones:

 

Durante el proceso de duelo puede significar para algunas personas un momento oportuno para dejar un hábito poco saludable como el consumo de tabaco, alcohol, etc. 

Es esperado tener emociones y sensaciones de soledad, tristeza, enojo y angustia. Se le sugiere mantener comunicación con amigos, familiares o personas que aprecia mediante el uso de los diferentes medios de comunicación incluyendo los recursos en línea.

 

Si ante esta situación presenta tristeza intensa la mayor parte del tiempo y sentimientos de desesperanza, se le sugiere buscar atención especializada.

Evite asumir nuevos proyectos o responsabilidades u otras actividades que le demanden un esfuerzo intelectual en la fase inicial del duelo, debido a que su atención y memoria pueden verse afectadas por su estado emocional y generar mayor frustración. 

 Evitar tomar decisiones permanentes durante las fases iniciales del duelo debido al estado emocional en el que se encuentra. 

 

Y sí estas sufriendo la muerte de un ser querido recuerda que estas emociones permanecerán durante un tiempo, hacer un homenaje  es un acto que puede honrar la memoria de esa persona especial. Recuerda que la muerte de un ser querido no termina con la relación que hemos tenido con la persona, así que date tiempo para recordar y a pesar de que no volverás a tocarlo la vida te da la oportunidad de relacionarte de otro modo con esa persona que físicamente ya no está, pero que siempre va a estar dentro de ti.

 

Sí tu problema es grave puedes acudir con un tanatólogo, es el especialista que te puede ayudar a comenzar nuevamente.

 

 

 

 

 

 

Trabajos citados

De la Hoz, G. (17 de Julio de 2020). Las pérdidas y el duelo en tiempos de COVID-19. Sala Virtual, OPS.

Osiris Pazarán Rosa María, G. U. (10 de Junio de 2020). Manual operativo del curso para el acompañamiento del duelo en situaciones especiales durante la pandemia de la covid- 19 en México. CDMX, México.

 

 

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