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Elon Musk dice que la compra de Twitter “no seguirá adelante” hasta que se demuestre que el 95% de sus usuarios son reales

Musk podría estar intentando cancelar o renegociar el trato, pero Twitter quiere vender al precio original

La compra de Twitter por parte de Elon Musk ha dado varios giros surrealistas desde que, el viernes, el empresario anunció que la operación quedaba suspendida a la espera de que la red social demuestre que menos del 5% de sus usuarios diarios son cuentas falsas o de spam, como declara oficialmente. Musk da por bueno un análisis externo que estima en un 20% este tipo de cuentas.

El martes por la madrugada, Elon Musk envió el emoji de la caca con ojos al actual CEO de Twitter, Parag Agrawal, cuando este defendió públicamente la estimación del 5% y añadió que no es posible realizar una estimación externa del spam en la red social, ya que se necesita información privada.

Un par de horas más tarde, Musk dijo que su oferta de compra de 44.000 millones de dólares se basa en las cifras que Twitter publica oficialmente ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), y que si estas no son precisas, la operación “no puede seguir adelante”. No hasta que el CEO de la red social presente pruebas a su favor o admita una auditoría externa.

El miércoles por la madrugada, Elon Musk publicó una encuesta en Twitter preguntando a sus seguidores si se creían la cifra del 95% de usuarios humanos, dándoles dos opciones: una con dos emoji de risa y otra con un emoji de robot. Un seguidor respondió que la SEC debería investigar si las afirmaciones de Twitter son reales, y Musk le dio la razón.

Horas más tarde, Musk dio visibilidad a tres vídeos de empleados de Twitter grabados con cámara oculta en los que hablaban de un supuesto sesgo de izquierdas en la red social, admitían un cierto nivel de censura y se metían con el empresario por su síndrome de Asperger.

Por último, Musk puso de relevancia una noticia que dice que la mitad de los seguidores de Twitter del presidente estadounidense Joe Biden son falsos. El cálculo se basa en una herramienta de SparkToro, la misma compañía que arrojó la cifra del 20% de cuentas falsas que ha estado defendiendo Musk.

Por su parte, Twitter presentó una declaración ante la SEC diciendo que “se compromete a completar la transacción con el precio y los términos acordados tan pronto como sea posible”. La compañía insta a sus accionistas a respaldar la oferta de Musk para forzar la compra cuanto antes. La acción de Twitter oscila en torno a 38 dólares, muy por debajo de los 54,20 dólares por título que Musk acordó pagar por la compra.

¿Qué pretende Elon Musk?

Algunos analistas creen que los bots de spam son una excusa y que Elon Musk está tratando en realidad de cancelar la compra o reducir el precio de la adquisición. Musk dijo el viernes que su promesa de compra sigue en pie, pero en una conferencia de tecnología en Miami admitió que un acuerdo a un precio más bajo no está descartado.

Renegociar la adquisición es complicado. El trato incluye una tarifa de ruptura de mil millones de dólares a pagar por la parte que se retire del acuerdo. También una cláusula de cumplimiento específico que otorga a Twitter el derecho a demandar a Musk para obligarlo a completar la adquisición, siempre que la deuda que financia el trato siga intacta.

Cuando en una entrevista le preguntaron qué pretendía, Musk insistió: “Estoy esperando una explicación lógica sobre el número de cuentas de spam, y Twitter se rehúsa a dárnosla”. Días antes, Musk había publicado que la muestra de usuarios que usa Twitter para determinar el número de cuentas falsas es de 100 usuarios, y añadió que el equipo legal de Twitter lo había llamado por violar un acuerdo de confidencialidad al revelar esa cifra.

En su última declaración ante la SEC, Twitter aclara que Musk firmó el trato sin pedir ninguna información privada, dando fuelle a la hipótesis de que el empresario decidió comprar la compañía sin un plan en particular.

La situación ha precipitado una reorganización interna en Twitter, con la partida de varios empleados de alto nivel, entre ellos el jefe de productos de consumo, Kayvon Beykpour, y el jefe de productos de ingresos, Bruce Falck.

Quizá lo más insólito del asunto sea que, cuando Musk presentó su oferta de compra de Twitter, dijo que acabar con los bots de spam era una de sus prioridades. Ahora está usando esos mismos bots para frenar el trato.

Fuente: Gizmodo

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