La incidencia del carcinoma escamoso de piel se está incrementando a nivel mundial. Aunque la mayoría de casos son tratados con éxito a través de cirugía, todavía hay un porcentaje considerable de pacientes que sufren recaídas asociadas directamente con las metástasis. Esto provoca la aparición de tumores en estados más avanzados, más agresivos y resistentes a las terapias actualmente disponibles, lo que tiene como resultado una baja supervivencia en este tipo de tumor.
Un estudio reciente, liderado por especialistas del Instituto Catalán de Oncología (ICO), el Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) en Hospitalet de Llobregat, Barcelona, y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), ha revelado que la proteína ITGAV podría servir como biomarcador de pronóstico en pacientes con carcinoma escamoso cutáneo. Este hallazgo revela los mecanismos involucrados en la progresión tumoral y podría permitir predecir con más precisión la evolución de la enfermedad.
Con este biomarcador, potencialmente capaz de permitir detectar en estadios iniciales de la enfermedad a aquellos pacientes con alto riesgo de sufrir recidivas tumorales, se podría complementar y mejorar la información obtenida a través de los criterios histopatológicos establecidos en la práctica clínica convencional, permitiendo un seguimiento más estrecho de los pacientes y la asignación de terapias más efectivas desde el inicio de la enfermedad.
En etapas intermedias de la progresión del carcinoma escamoso de piel, las células cancerosas epiteliales pueden adquirir una plasticidad que las acerca a las características de las células de tipo mesenquimal: ganan capacidad migratoria e invasiva y potencial para generar células cancerígenas agresivas. «Actualmente, con los criterios clínicos disponibles, no es posible discriminar estas células cancerígenas epiteliales plásticas» explica la primera firmante del estudio, Marta López, y remarca que «estos hallazgos demuestran que la expresión de la proteína ITGAV identifica estas células cancerígenas plásticas epiteliales y, como consecuencia, permite la detección temprana de aquellos pacientes con riesgo de recaída tumoral. Esto permitiría poder identificar, con más precisión, qué pacientes necesitan un seguimiento más intensivo».
Por otra parte, esta investigación ha revelado que ITGAV colabora con otra proteína, IGF1R, en la adquisición de la plasticidad celular. Así pues, bloquear ITGAV o IGF1R podrían ser estrategias efectivas para impedir la aparición de células cancerígenas epiteliales plásticas y que el cáncer avance a estadios más agresivos. «El conocimiento obtenido gracias a esta línea de investigación revela posibles estrategias terapéuticas para bloquear la generación de células de carcinoma escamoso de piel con características mesenquimales agresivas y resalta la relevancia de los biomarcadores para establecer ventanas de oportunidades para la terapias dirigidas» asegura Purificación Muñoz, coautora del estudio y jefa del grupo de investigación en envejecimiento y cáncer del IDIBELL.
En definitiva, este hallazgo abre la puerta a nuevas terapias que podrían mejorar significativamente el pronóstico en el carcinoma escamoso cutáneo.
El estudio se titula “IGF1R signaling induces epithelial-mesenchymal plasticity via ITGAV in cutaneous carcinoma”. Y se ha publicado en la revista académica Journal of Experimental & Clinical Cancer Research.
Fuente: noticiasdelaciencia.com
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