Los científicos la habían buscado durante tres décadas
Un experimento con explosiones cósmicas ha sacado a la luz materia que había estado “perdida” en el universo desde su creación y que los científicos habían buscado durante tres décadas, según una investigación publicada en la revista Nature.
Los astrónomos utilizaron ráfagas rápidas de radio para hallar “materia perdida” en el vasto espacio entre las estrellas y las galaxias, que se presumía que existía, pero que nunca antes se había detectado.
Los investigadores pudieron localizar la materia faltante utilizando un fenómeno conocido como ráfagas rápidas de radio, breves destellos de energía que parecen provenir de direcciones aleatorias en el cielo y duran solo milisegundos.
Según explicó Jean-Pierre Macquart, profesor de la Universidad de Curtin (Australia) asociada al Centro Internacional de Investigación de Radioastronomía (ICRAR), la radiación de las ráfagas rápidas de radio se dispersa por la materia faltante de la misma manera que se ven los colores de la luz solar separados en un prisma.
“Ahora hemos podido medir las distancias a suficientes ráfagas de radio rápidas para determinar la densidad del universo”, dijo, y precisó que “solo” se necesitaron “seis” para encontrar la materia perdida.
“Sabemos por las mediciones del Big Bang cuánta materia había en el comienzo del universo. Pero cuando mirábamos el universo actual, no podíamos encontrar la mitad de lo que debería haber estar allí. Era un poco embarazoso”, señaló.
La materia que falta es la bariónica o “normal”, como la conocen los expertos, y consiste en los protones y los neutrones que forman las estrellas, los planetas y los seres vivos.
Es, por tanto, diferente a la materia oscura, que sigue siendo muy desconocida y representa alrededor del 85 % de la materia total del universo, apuntaron los responsables del estudio.
J. Xavier Prochaska, profesor de la Universidad de California en Santa Cruz (Estados Unidos) y coautor de la investigación, destacó que esta materia se ha buscado durante años utilizando técnicas y telescopios tradicionales que no sirven para tal efecto.
“El descubrimiento de ráfagas rápidas de radio y su localización en galaxias distantes fueron los avances clave necesarios para resolver este misterio”, indicó.
En el descubrimiento se utilizó el radiotelescopio de sonda australiana de kilómetros cuadrados (ASKAP) que se encuentra en el Observatorio de Radioastronomía de Murchison (Australia) y permite observar grandes cantidades de ráfagas de radio rápidas.
El equipo internacional responsable del hallazgo incluyó astrónomos de Australia, Estados Unidos y Chile.