El desarrollo de células humanas capaces de efectuar cambios de transparencia “controlables y reversibles” puede contribuir a mejorar el conocimiento sobre una amplia gama de sistemas biológicos
Desde Platón a H.G. Wells, la literatura ha jugado durante siglos con la idea del “hombre invisible”, una ficción llevada también al cine que ha captado ahora la atención de los científicos, según revela un estudio que publica este martes la revista Nature.
Un grupo de expertos de la Universidad de California (EE.UU.) ha diseñado en el laboratorio células humanas transparentes, similares en concepto a las de muchos animales que presentan “estructuras, tejidos o, incluso, cuerpos enteros” totalmente transparentes para camuflarse en la naturaleza.
Es el caso de la mariposa de alas de cristal, la gamba de cristal, los ctenóforos (similares a las medusas) o los cefalópodos mesopelágicos, como los pulpos y calamares que son capaces de transformar la manera en que su piel transmite, absorbe y refleja la luz.
Para esta investigación, los expertos centraron su atención en la hembra del “Doryteuthis opalescense”, un calamar que recurre al camuflaje para evitar ataques de sus predadores, transformando una franja de su manto “casi transparente” en un color “blanco opaco”, explican los expertos en un comunicado.
En ambos casos, este proceso depende del funcionamiento de unas células llamadas leucóforos, las cuales contienen unas proteínas denominadas reflectinas que alteran las propiedades ópticas de las células.
A partir de estas células adaptativas presentes en la piel de estos cefalópodos, los investigadores desarrollaron células humanas capaces de efectuar cambios de transparencia “controlables y reversibles”.
En una primera fase, seleccionaron en el laboratorio células embrionarias de riñones humanos y las manipularon para que pudieran expresar la proteína reflectina A1, presente en el manto del “Doryteuthis opalescense”.
Después, analizaron si las expresiones de la proteína del calamar en cuestión tenía algún efecto sobre la manera en que las células humanas interactúan con la luz y si esas propiedades se podían controlar.
A través del uso de diferentes concentraciones de una solución de cloruro de sodio, lograron alterar el grado de transparencia de las células modificadas.
Los autores destacan que su estudio puede contribuir a mejorar el conocimiento sobre una amplia gama de sistemas biológicos, pues aporta más claridad respecto al funcionamiento de los procesos que ocurren en el interior de las células y tejidos vivos.
“En su conjunto, nuestros hallazgos podrían conducir al desarrollo de tecnologías biofotónicas únicas y, en consecuencia, ofrecer nuevas oportunidades científicas en biología, ciencia de materiales y bioingeniería”, subrayan los expertos.