El siguiente paso en la evolución de internet implica la total descentralización de la red con una perspectiva más democrática.
El papel de los fondos de inversión en el futuro de internet es el último gran debate entre los multimillonarios en Twitter: Elon Musk, el dueño de Tesla, y Jack Dorsey, el fundador de la red social Twitter, han cuestionado el acaparamiento del concepto web3, la presunta próxima evolución de internet, por parte de los fondos de inversión de Silicon Valley. Pero, ¿qué es realmente la web3?
El término fue acuñado por primera vez por Gavin Wood, uno de los fundadores la red de blockchain Ethereum, para plantear las posibilidades que daría la descentralización de internet. En el estado actual de la red, los usuarios dependen de las grandes tecnológicas y de sus plataformas. Los servidores donde los datos de todos están centralizados pertenecen principalmente a empresas como Amazon, Microsoft y Google; lo que no solo ocasiona problemas de privacidad por la administración de esta información, sino que también hace al sistema vulnerable. Los partidarios de la web3 quieren terminar con esto.
Web3 Foundation, una organización creada por Wood en 2017, es una de las iniciativas que persigue este objetivo: “La web3 busca volver a la idea inicial de internet, cuando era descentralizada, de código abierto y basada en nodos. Hoy en día todos dependemos de los grandes proveedores, pero si alguno de sus servidores se cae, no podemos utilizar las aplicaciones como WhatsApp, Netflix o Uber. Queremos que dentro de web3 no se dependa únicamente de un proveedor”, ha indicado a Cinco Días Ursula O’Kuinghttons, portavoz y participante de Parity, la subsidiaria de Web3 Foundations que desarrolla uno de los softwares para hacer esto posible. Según la experta, la web3 ya es una realidad, solo que sus elementos se han ido desarrollando a lo largo de los años y su tecnología todavía no ha sido asimilada por el público general. Ejemplos de tecnología de web3 que existen hoy son las finanzas descentralizadas de las criptomonedas y las plataformas del metaverso.
O’Kuinghttons afirma que uno de los elementos más interesantes que permitirá la web3 es la participación de sus usuarios. Actualmente, ya existen distintos modelos de gobernanza en algunas plataformas que usan blockchain. Entre ellas, existen las DAO (Organizaciones descentralizadas autónomas por sus siglas en inglés), que son comunidades de usuarios que participan de las plataformas y que toman decisiones de forma democrática sobre el futuro de sus plataformas. También están los Consejos o Comités Técnicos, que son grupos de participantes que toman decisiones sobre el desarrollo de los proyectos.
Estos modelos pueden funcionar tanto de forma totalmente democrática entre todos los usuarios o como una especie de junta de accionistas donde se decide el futuro de estos proyectos: “Por ejemplo, si Spotify decidiera pasar a la web3, se tendría que democratizar y buscar un sistema de gobernanza donde se decidiría el futuro de la aplicación dentro de una comunidad”.
Para disgusto de Musk y Dorsey, gran parte de la financiación del sector proviene de los fondos de inversión que han visto potencial en los proyectos. Uno de ellos es Lightspeed Venture Partners, el fondo estadounidense que fue el primer gran inversor de la red social Snapchat. Lightspeed viene invirtiendo en estos proyectos desde marzo de 2013: “En los últimos ocho años, nuestra apuesta por el sector ha aumentado. Hemos invertido casi 500 millones de dólares en 2021 en 40 empresas blockchain web3”, han asegurado fuentes de Lightspeed a Cinco Días. Según las fuentes, basta con mirar cómo Facebook cambió su nombre a Meta para entender la magnitud de lo que va a ser la web3 junto al metaverso y otras de sus aplicaciones.