Entrada de lleno en la carrera por la sucesión presidencial, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, está decidida a emular el estilo de hacer política de quien ha sido su mentor por más de 20 años, el presidente Andrés Manuel López Obrador. Sheinbaum ha hecho este lunes un balance de su cuarto año como mandataria de la capital en un evento que también le sirvió para refrendar sus aspiraciones presidenciales y ser arropada por sus bases. Sheinbaum dio un discurso de una hora en el que no cejó en reiterar lo mucho que su Administración en la capital sigue los designios de López Obrador en el Gobierno federal. “Nosotros orgullosamente somos parte de la transformación de nuestro país que encabeza el presidente”, ha dicho Sheinbaum, vestida con motivos guinda, color que distingue a su partido y el de López Obrador, Morena. “En estos cuatro años pasamos de la corrupción, del uso de los recursos públicos para los recursos privados, a un Gobierno honesto, que nunca, jamás, traicionará a su pueblo”, ha añadido.
Apenas hace una semana López Obrador encabezó en la capital una movilización masiva con la que dio a los aspirantes dentro de su partido a sucederlo una lección sobre su credo político y el tipo de Gobierno que él desea. Sheinbaum ha ratificado este lunes su adhesión a los fundamentos del humanismo mexicano del presidente, en el que los pobres y la figura del pueblo ocupan un rol fundamental en la política. “El 27 de noviembre en esta ciudad el pueblo de México le refrendó su apoyo al presidente López Obrador”, ha dicho la jefa de Gobierno. “Somos orgullosamente parte de la Cuarta Transformación de la vida pública de México, y nosotros con nuestros principios siempre: no robar, no mentir y nunca traicionar al pueblo de México”. Acto seguido, en el Teatro de la Ciudad retumbó el grito de: “¡Presidenta, presidenta!”, ya común en la campaña permanente de Sheinbaum.
Entre los asistentes en primera fila estaba Mario Delgado, dirigente de Morena, que ha sido acusado repetidamente por otro de los aspirantes presidenciales, Ricardo Monreal, de inclinar la balanza a favor de Sheinbaum. Delgado, ajeno a los señalamientos de ser un árbitro parcial, ha dicho que el Gobierno capitalino “es un ejemplo de cómo mejorar las cosas”. “Creo que ella está respondiendo al gran apoyo que tiene de la ciudadanía. Es una mujer innovadora; es una mujer que apuesta por cosas nuevas, y a mí me gusta mucho el perfil científico que ella tiene, que la lleva a apoyar mucho la educación. Por eso hay tantos niños con becas; por eso se han planteado dos nuevas universidades y se han abierto oportunidades para los jóvenes en el aspecto educativo”, ha dicho Delgado. Junto a él estaba la secretaria general del partido, Citlalli Hernández.
También estuvo el senador Gabriel García, artífice del padrón de militantes de Morena y quien durante los primeros años del sexenio de López Obrador fue el encargado de los programas sociales y de los registros de beneficiarios; también el senador y exfuncionario del Gobierno de Sheinbaum César Cravioto, que ha encabezado una rebelión dentro del partido en la Cámara alta en contra de Monreal. En primera fila también estuvieron representantes del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, instituciones que a nivel federal han tenido un rol protagónico en la Administración de López Obrador, ya sea para vigilar las aduanas o para construir obras de infraestructura.
Al hablar de sus logros, Sheinbaum repasó los conceptos en el diccionario político del presidente: que gracias a la política de austeridad republicana se quitaron privilegios a los funcionarios públicos; que el combate a la corrupción ha reportado ahorros millonarios; que el Gobierno no ha tenido que recurrir a contratar deuda gracias al buen manejo del dinero; que el Gobierno está en contra de los “negocios sucios” que buscan privatizar bienes comunes; que cada vez más capitalinos son beneficiarios de programas sociales. “Esa es la esencia de lo que llamamos impulsar la economía desde abajo, lo que permite la política de austeridad republicana y de apoyo directo a las personas”, ha dicho.
La gobernante capitalina destacó el pago de becas para estudiantes y de pensiones para adultos mayores, y celebró que varios programas han sido incluidos en la Constitución local, a semejanza de lo que logró López Obrador a nivel federal, en un esfuerzo por garantizar la continuidad de su política de asistencia social más allá de su propio sexenio. “Hoy gracias a los diputados esto está en la Constitución de la Ciudad de México y nunca nadie más podrá quitárselos”, ha dicho Sheinbaum. La mandataria dijo que la aprobación de ese blindaje legal fue gracias a Morena, que tiene mayoría en el Congreso local, pero reconoció que también ayudó el voto del PRI, el Partido Verde y el PRD. Solo un partido no dio su apoyo, y la jefa de Gobierno lo exhibió.
—¿Quién creen que no votó a favor? —preguntó a su audiencia.
—¡El PAN! —se oyó al unísono.
Sheinbaum rio. Que ya ha dicho el presidente que otro de sus principios es perdonar pero no olvidar.