Carrar, con sede en Sderot, está trabajando con algunos de los fabricantes de vehículos más grandes del mundo
“Las baterías no toman esa carga en el clima frío. Si estás en 70 grados, el sur de California todo el tiempo, oye, no hay problema. Pero cuando ingresa al mundo real o incluso más al norte, donde hace frío, terminará reduciendo su alcance drásticamente”, le dijo Stephen Deschenes de Schweitzer’s Automotive en Eugene, Oregón, a KEZI 9 News.
Con la suba de ventas de autos eléctricos, mantener la batería a una temperatura constante es más que una cuestión de conveniencia. La eficacia y vida útil de una batería se reducen si se calienta o se enfría mucho, lo que baja el valor del vehículo y se suma a la plaga ambiental de las baterías desechadas.
La startup israelí Carrar desarrolló un sistema de gestión térmica patentado para baterías de autos eléctricos, el sistema de propulsión de este tipo de vehículos y las computadoras de los mismos. La tecnología de inmersión de Carrar proporciona un enfriamiento rápido a baja presión, lo que garantiza que los componentes permanezcan a una temperada fija y estable.
“El sistema de enfriamiento que se usa hoy en día fue inventado hace 120 años por Daimler: un radiador de agua en la parte delantera”, aclaró Avinoam Rubinstain, director ejecutivo de Carrar. “Fue muy bueno para enfriar motores de combustión interna que funcionan a 100 grados centígrados y más, pero la tecnología moderna de baterías requiere que la temperatura sea de alrededor de 25 grados centígrados”.
La tecnología en cuestión ajusta la disipación de calor a las condiciones extremas, asegurando una temperatura constante de la batería independientemente de la carga, la aceleración o el clima. El sistema patentado permite una carga ultrarrápida de cinco minutos.
Fuente: aurora-israel.co.il