El influenciador Faber Burgos se arriesgó nuevamente a descrestar con uno de sus proyectos de ciencia y medioambiente
Si bien muchos creadores de contenido o también llamados influenciadores en Colombia se caracterizan por generar videos carentes de información educativa y que permitan a sus seguidores abrir la mente y desarrollar curiosidad por la ciencia, hay una que otra persona que sí se preocupa por transmitir conocimientos a través de sus redes sociales.
Uno de ellos es el joven Faber Burgos, que en TikTok está por alcanzar los 2.000.000 de seguidores y que se ha caracterizado por sorprender a su comunidad digital por la variedad de experimentos que hace y comparte en Internet.
En esta ocasión llevó dos cámaras y semillas cerca del espacio, recordando que en los años 70 la Nasa transportó varias de estas hasta los alrededores de la Luna. Al regresar a tierra fueron sembradas y se convirtieron en árboles, los cuales crecieron y ahora se llaman árboles lunares.
“Así que desde mi tierra enviaré más de 5.000 semillas. Bueno, casi, en total, 40.000 a la estratósfera, bastante cerca del espacio, y, aunque no somos la Nasa, crearemos un primer bosque de árboles estratosféricos y descubriremos con ustedes si la vida de la tierra puede ser más fuerte de lo que pensamos”, narró.
La prueba la hizo con el apoyo de su familia, la Fuerza Aeroespacial Colombiana y una empresa patrocinadora llamada Urbaser. Miles de semillas fueron dispuestas en una sonda que fue enviada cerca del espacio.
El viaje inició y las imágenes que se iban logrando mientras más alto estaba el globo eran sorprendentes, narradas por el mismo científico colombiano: “Lo que vivirán es un espectáculo visual muy pocas veces observado en nuestro país. En este video se podrán dar cuenta de que nuestro país y Latinoamérica no tienen precio”.
Algunas de las especies enviadas fueron la Weinmannia tomentosa o encenillo, que es un potente productor de oxígeno y puede vivir hasta 500 años, es fuente de néctar y hogar para muchos animales; El alcaparro (Senna viarum) puede vivir más de 60 años y se destaca por sus flores, por lo que es fuente de néctar para las abejas, también es protector del suelo, ya que ayuda a evitar la erosión; el Cariniana pyriformis o abarco puede llegar hasta los 300 años y está en vía de extinción. Es hogar y fuente de alimentos para animales, y es productor de oxígeno y protector del suelo.
La ceiba tolúa, que puede vivir hasta 1000 años y está amenazada por la producción de madera. Jacaranda o Gualanday es otra de las especies que participó de este proyecto.
“Estas semillas, por suerte, vivirán cientos de años, y quizás ni mi existencia alcance para ver los resultados del día de hoy. Ustedes o sus hijos lo verán”, agregó.
Cuando la sonda llegó al punto máximo alcanzado, esta empezó a descender, por lo que gracias a la georreferenciación que tenía equipada las coordenadas para su ubicación fueron exactas. Hasta allí llegó Faber Burgos en compañía de lugareños, campesinos y familiares.
“Teníamos 40.000 posibilidades más para devolverle a nuestro país, a nuestro continente y a nuestro mundo un poquito de lo que nos ha brindado. Recuperar las semillas es el principio de un conteo de mínimo 100 años. Detallaremos qué tan fuertes pueden ser estas semillas, estos árboles, este pequeño bosque. Quizás todas crezcan, quizá no crezca ninguna, pero es el tiempo quien dictará su respuesta”, manifestó.
Al regresar de la estratósfera a tierra firme, las semillas se distribuyeron en los departamentos de Antioquia, Boyacá, Quindío, Cauca, entre otros.
“Se distribuirán a varios lugares de este país en donde serán parte de un paisaje cada vez más verde. Unas serán objetos de estudios, otras irán a jardines botánicos, otras irán a parques tecnológicos, otras serán sembradas en puntos importantes de nuestro país, lo cierto es que todas son colombianas, son de árboles que han nacido en nuestro país”, concluyó.
Finalmente, el joven investigador agradeció a Dios, a la FAC y quienes lo apoyaron para poder ejecutar esta idea. En el mismo sentido, invitó a las universidades del país a unirse a su iniciativa ecológica y científica.
Fuente: infobae.com