Un equipo internacional de científicos ha creado una espuma ultraligera a base de algas marinas que no solo es un aislante térmico superior, sino que también genera electricidad y es naturalmente resistente al fuego. Este avance podría revolucionar la construcción sostenible.
En la búsqueda de materiales de construcción más seguros, eficientes y sostenibles, un equipo internacional de científicos, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, ha logrado un avance que parece sacado de la ciencia ficción. Han desarrollado una nueva espuma a base de algas marinas que es ultraligera, aísla del calor, genera electricidad y, crucialmente, es resistente al fuego sin necesidad de aditivos tóxicos.
Publicado en la prestigiosa revista Nanoscale Horizons, este descubrimiento presenta una solución multifuncional a varios de los mayores dilemas de la arquitectura moderna y abre la puerta a una nueva generación de edificios inteligentes y ecológicos.
Tecnología inspirada en la naturaleza: ¿de qué está hecha?
El nuevo material combina dos componentes clave: alginato y MXenes. El alginato es un biopolímero que se extrae de las algas pardas, completamente natural, biodegradable y ya utilizado en otras tecnologías, incluso en la industria alimentaria. Los MXenes, por otro lado, son nanomateriales bidimensionales con una extraordinaria capacidad para conducir la electricidad.
La genialidad del equipo de investigación fue combinar la estructura porosa del alginato liofilizado (secado en frío) con las propiedades eléctricas de los MXenes. «Nuestro objetivo era estudiar cómo la porosidad influye tanto en la generación de carga como en la retención de calor», explica Bernd Wicklein, investigador del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC) y autor principal del estudio.
El resultado es una espuma que, gracias a su estructura porosa, atrapa el aire y actúa como un excelente aislante térmico, similar a las espumas de poliestireno convencionales. Pero a diferencia de estas, el material de algas ofrece mucho más.
Un material que alimenta el hogar y lo protege
La capacidad más sorprendente de esta espuma es su propiedad termoeléctrica. Cuando hay una diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de una pared construida con este material, la espuma es capaz de generar una pequeña corriente eléctrica. Esto significa que las propias paredes de una casa podrían, en teoría, alimentar sensores, pequeños dispositivos o contribuir a la red eléctrica del hogar, simplemente por hacer su trabajo de aislar.
Pero el avance más significativo podría ser en el ámbito de la seguridad. Uno de los mayores peligros de los materiales aislantes modernos es su alta inflamabilidad. Para contrarrestar esto, los fabricantes suelen añadir retardantes de llama, que a menudo son compuestos químicos tóxicos y contaminantes para el medio ambiente.
La espuma de algas resuelve este problema de raíz. El alginato es naturalmente ignífugo. Cuando se expone a una llama, no arde, sino que se carboniza, creando una barrera protectora que impide la propagación del fuego. Esta propiedad intrínseca elimina la necesidad de aditivos peligrosos, haciendo del material una opción mucho más segura y ecológica.
«Hemos logrado crear un compuesto para la construcción que no solo es eficiente desde el punto de vista energético, sino que también es seguro, sostenible y multifuncional».
Más allá del laboratorio: el futuro de la construcción
La versatilidad de esta «espuma inteligente» es enorme. Los investigadores prevén que no solo podría usarse como aislante en paredes, sino que su capacidad para reaccionar al calor extremo podría permitirle actuar como un sistema de alarma contra incendios integrado en la propia estructura del edificio.
Este desarrollo es un ejemplo perfecto de cómo la innovación inspirada en la naturaleza puede ofrecer soluciones sofisticadas a problemas complejos. Al combinar un recurso renovable y abundante como las algas con la nanotecnología de vanguardia, los científicos han creado un material que no exige un compromiso entre eficiencia, seguridad y sostenibilidad.
Aunque todavía se encuentra en fase de investigación, este avance representa una mejora integral para el entorno construido y un paso prometedor hacia ciudades más inteligentes, seguras y en armonía con el medio ambiente.
Fuente: msn.com
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