La nueva variante del coronavirus es “mucho mas” transmisible que la cepa previa y presenta una tasa de reproducción superior de entre el 0,4 y el 0,7, según un estudio divulgado este viernes.
El investigador Axel Gandy, del grupo de expertos del Imperial College de Londres, a cargo de la investigación, dijo hoy a la emisora BBC Radio 4 que las diferencias entre ambas variantes son “bastante extremas”, en especial en lo referente a la velocidad de propagación.
Hasta ahora la última “R”, que representa el número de personas a los que puede contagiar un afectado, se situaba entre el 1,1 y el 1,3 y es necesario que esté por debajo del 1,0 para que la cifra de casos empiece a descender.
Este estudio se conoce después de que el pasado jueves se alcanzara un récord de contagios diarios en el conjunto del Reino Unido, al registrarse 55.892 nuevos positivos, la cifra más alta desde el comienzo de la pandemia.
Según datos del Imperial College, la transmisión de la nueva cepa se triplicó durante el confinamiento decretado en Inglaterra el pasado noviembre: mientras que las medidas no sirvieron para frenar la propagación de la nueva variante, sí llevaron a que la versión anterior descendiera a la tercera parte.
Si bien, conforme a los primeros resultados del estudio, se vio que el virus se propagaba de manera más rápida entre las personas menores de 20 años, en particular entre aquellas de entre 12 y 17 años, los últimos datos apuntan a que se extiende con rapidez en todos los grupos de edad.
“Una posible explicación es que los primeros datos se obtuvieron durante la época de confinamiento de noviembre, cuando los colegios estaban abiertos y las actividades de la población adulta estaban más restringidas. Ahora estamos viendo que el nuevo virus ha incrementado su riesgo de contagio en todas las edades”, señaló el experto.
Por su parte, Jim Nishmith, de la Universidad de Oxford, considera que estos hallazgos revelan que pronto se necesitarán medidas restrictivas más duras.
Los datos del estudio, indicó, “implican que las medidas adoptadas hasta ahora no reducirían el número R por debajo de 1”.
“A menos que hagamos algo diferente, la nueva variante del virus seguirá propagándose, habrá más infecciones, más hospitalizaciones y más muertes”, advirtió Nishmith.
Muchos científicos consideran que será necesario endurecer las actuales restricciones para evitar que se extienda más la nueva cepa y confían en que los niveles de infección empiecen a bajar cuando haya el suficiente número de personas vacunadas.
Según Lawrence Young, de la Universidad de Warwick, la mayor parte de las mutaciones “no tiene efecto en el comportamiento de un virus, pero muy ocasionalmente pueden incrementar su capacidad de infectar y/o hacerse más resistente a la respuesta inmunológica del organismo”.