La sobreexcitación parece reprogramar la función de algunas neuronas, hecho que afecta la conducta de elección
Las palpitaciones, el aumento de la presión arterial, así como la respiración corta y superficial constituyen indicadores de excitación corporal. Un estado durante el cual somos más propensos a tomar decisiones erróneas. Ahora, un estudio reciente, publicado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, describe el mecanismo neuronal que explicaría dicha influencia.
A menudo, la relación entre la toma de decisiones y el estado de excitación se describe como una curva en forma de «U». Mientras, un estímulo moderado, como una taza de café, puede aumentar nuestro rendimiento, la falta o exceso de excitación ralentiza nuestro cerebro y favorece que elija la opción incorrecta. A fin de corroborar esta hipótesis, Atsushi Fujimoto, de la Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí, en Nueva York, y sus colaboradores, trabajaron con un modelo animal.
En primer lugar, estudiaron la conducta de elección de tres macacos Rhesus (Macaca mulatta) ante dos tipos de recompensa: un vaso con una cantidad de zumo y otro con mayor volumen de líquido. En la mayoría de sesiones, los animales escogieron este último. A continuación, los investigadores lesionaron quirúrgicamente el núcleo principal de control de las emociones en el cerebro, la amígdala. Como consecuencia, observaron un aumento en la frecuencia cardíaca de los primates, así como mayor lentitud en la toma de decisiones.
Asimismo, el análisis de la actividad en la corteza orbitofrontal y la corteza cingulada anterior dorsal, dos de las áreas que conforman el centro de decisiones, reveló que el aumento de excitación alteraba la función de las neuronas. Es decir, algunas de las células neuronales pasaban de regular la toma de decisiones a controlar la frecuencia cardíaca, hecho que repercutía, de forma negativa, en la conducta de elección.
Fujimoto y sus colaboradores también postulan que el estado de excitación también favorecería que el cerebro tomara decisiones incorrectas, algo que planean investigar en profundidad en un futuro. Asimismo, destacan las implicaciones del presente hallazgo para enfermedades psiquiátricas, caracterizan por hiperexcitación, pues los pacientes que las sufren, también muestran sesgos cognitivos.
Fuente: investigacionyciencia.es